Fabián Campos
(La Habana, 1995)
La práctica fotográfica de Fabián Campos se despliega a través de la memoria y el cuestionamiento poético de lugar. Su obra comienza con una pregunta sencilla pero profunda: ¿Cómo nos recuerdan los lugares? A través de una lente que Alternando entre lo documental y lo simbólico, Campos traza las huellas emocionales que la gente deja en La Habana. paisaje urbano.
La luz se convierte en su lenguaje narrativo. Mediante largas exposiciones, filtros de color y texturas superpuestas, transforma La fotografía se convierte en una experiencia sensorial donde el tiempo se dilata, la memoria fluctúa y la ciudad misma respira.
“La luz se convierte en su lenguaje narrativo.”
La identidad cubana emerge en sus imágenes como una constelación estratificada: indígena, africana, europea, soviética y Estadounidense — coexistiendo en la vida cotidiana. Campos aísla y recombina estas intersecciones con una mirada reflexiva. Evitando el exotismo e invitando en cambio a una lectura ambigua y participativa donde el espectador completa la imagen. significado.
Su obra se resiste a los estereotipos visuales del Caribe mediante gestos sutiles: rostros velados, cuerpos recortados y Silencios profundos que revelan la compleja realidad de la experiencia cubana contemporánea.
En conjunto, su práctica conforma un archivo poético del presente, en el que La Habana aparece como un lugar vivo. memoria y lugar de constante reinvención.
Campos ha expuesto su obra tanto en exposiciones individuales como colectivas, incluyendo “Invisible Threads” (Habana Espacios). Creativos, 2024), la Exposición del Concurso Internacional de Fotografía (Casa del Alba, 2023) y “La Habana: Un diálogo” en Luz” (Fábrica de Arte Cubano, 2022).
Sus fotografías han aparecido en “Vedado: Historia de un Reparto Habanero” (Editorial UH, 2022) y “La Habana y sus Ríos” (Editorial UH, 2023). Entre sus distinciones se encuentran el Primer Premio y la Beca de La Habana. Espacios Creativos (2024) y Mención Especial del Jurado en el Concurso Internacional La Jiribilla (2023).
Campos, que trabaja tanto con medios analógicos como digitales, combina la precisión técnica con una sensibilidad expresiva. Su práctica representa una nueva generación de artistas visuales cubanos que redefinen la identidad a través de la introspección. memoria y experimentación.